martes, 4 de diciembre de 2007

El Greco en el Museo del Prado.

El Museo del Prado posee la más completa colección de pinturas de El Greco y su taller que se conserva el mundo. Sin embargo, nunca las había expuesto juntas, como hace ahora con la muestra "Los Grecos del Prado" que, con motivo de la edición del catálogo razonado del pintor cretense, reúne las 47 pinturas que atesora el museo, incluyendo San Bernardino, obra maestra depositada en Toledo desde 1910 y las procedentes de su taller. Una colección impagable que se ocupa del magnífico retratista, del revolucionario pintor religioso y del escultor casi secreto que fue este artista griego de nación y español de devoción. Alumbró una obra tan singular como genial que librará durante algunas semanas un artístico "pulso de titanes" al coincidir en el Prado con la de otro gran genio: Velázquez. .

Y eso que el Prado ha prestado una atención preferente a El Greco (Candía, Creta, 1541-Toledo, 1614), tanto que la primera muestra que organizó en 1902 estaba dedicada a este singular genio del Renacimiento español. Aquella exposición reunía una veintena de pinturas. Un siglo después el mismo museo propone una mirada renovadora sobre la obra de El Greco, con el doble de e piezas y a la luz de los estudios reunidos en el catálogo razonado que ha dirigido Leticia Ruiz, jefa del departamento de Pintura Española del Renacimiento del Prado.

Unos estudios que sirven para ordenar la muestra. Parten del primer conjunto de obras de El Greco, procedentes de la colecciones reales, para continuar con las obras religiosas procedentes del Museo de la Trinidad que enriquecieron la colección junto a las procedentes de donaciones, legados y compras.

Del casi medio centenar de piezas de la muestra, 37 son de la misma paleta de Doménikos Theotokópoulos, y la decena restante de sus seguidores o de su entorno. Algunas de las pinturas se exponen muy rara vez o se encuentran depositadas en otras colecciones, como es el caso de "San Bernardino", pieza maestra del cretense que está depositada en la Casa-Museo de El Greco en Toledo y que no había estado en el Prado desde aquella lejana muestra de 1902. .

En las cinco salas de la exposición están todas las pinturas que consagraron al pintor cretense como un genial maestro en la esfera internacional, de "El caballero de la mano en el pecho" a "La Trinidad" que pintara para el retablo de Santo Domingo en Toledo, una de sus más apreciadas obras maestras y la primera pintura religiosa con la que contó el Prado.

Una pintura religiosa que contribuyó decisivamente a cambiar la fortuna crítica de El Greco, que hasta finales del siglo XIX era reconocido sobre todo por sus retratos pero al que desde entonces se valora cada vez más por escenas religiosas como "La Anunciación" del retablo de Doña María de Aragón, el único encargo que se le hizo en la corte y que es protagonista destacado del segundo ámbito de la exposición.

Escultor

Una muestra que presta atención preferente a los generosos legado que entre 1915 y 1962 aportaron al Prado obras magníficas, como el "San Sebastián" donado por la Marquesa de Casa Riera en 1959, o los que descubre la casi secreta faceta escultórica de El Greco a través de dos excepcionales esculturas: "Epimeteo" y "Pandora", donadas por la viuda del Conde de las Infantas en 1962. Unas singulares piezas únicas que también consolidaron el genio de El Greco, que en el siglo XX pasaba de ser considerado un destacable secundario a un genio indiscutible.

La última de las cinco salas reúne las obras compradas por el propio museo o el Estado, piezas tan señeras como "La Adoración de los pastores" que El Greco realizó para su sepultura, la serie de los apóstoles, pobremente representada en la colección del Prado, el magnifico y atípico lienzo "Fábula", una rareza de un Greco que muy de vez en vez se alejaba de la temática religiosa, y "La huida a Egipto", otra rareza, en este caso procedente de la etapa italiana y que llegó al Prado en el año 2000.

Inauguraban la muestra este lunes el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el presidente del la Comunidad de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ya que la comunidad castellano manchega patrocina esta excepcional muestra.

En cartel en el edifico Villanueva del Prado hasta el próximo diez de febrero, el director del Prado, Miguel Zugaza se refiere a ella "como un acontecimiento científico para el museo" y recuerda que el catálogo y la muestra fueron inicialmente impulsados por su antecesor en el cargo, Fernando Checa.

Un trabajo exhaustivo que queda fijado en catálogo razonado que recorre una a una las piezas, dando cuenta de su origen y documentando su trayectoria, la de sus propietarios y detallando los procesos de restauración que ha sufrido cada lienzo. Es sin duda el trabajo más completo realizado sobre la colección de "grecos" del Prado y según resume el director adjunto, Gabriel Finaldi, "recoge todo lo que sabemos de los grecos del Prado en un estudio, detallado, cuidadoso y solvente".

COLPISA.

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