La Cuesta de Moyano y parte del Paseo del Prado, en el céntrico distrito madrileño de Retiro, son escenario de una exposición del dibujante y escultor Baltasar Lobo.
La exposición ofrece dieciséis bronces, fundidos en su mayor parte en los últimos años de vida del artista.
Caja Duero es el patrocinador del evento.
Baltasar Lobo se inició en el arte en la capital vallisoletana, allí trabajó como aprendiz con el imaginero Ramón Núñez. Su carrera se inicia, sin embargo, tardíamente. Exiliado en París en 1939, malvivió hasta encontrar el apoyo de Pablo Picasso.
Sus obras figuran en las calles de Zúrich, Caracas, Luxemburgo o París y obtuvo premios como el Nacional de Artes Plásticas. María Porto, comisaria de la muestra, espera que la figura de Lobo sea más conocida y valorada a partir de ahora.
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