Las piezas que se presentan en esta exposición, Paraísos Protegidos, son el resultado de un largo proceso que comienza con una fotografía en un escenario natural: Cabo de Gata, Huelva, Menorca, Formentera, Doñana o Brasil.
El tipo de imagen no es testimonial ni realista. Se trata de fotografía en movimiento, donde la cámara actúa como pincel generador de imágenes. La instantánea resultante se transfiere al lienzo y después es trabajada al acrílico –a veces con masa y otras con grandes aguadas– para más tarde asentarla sobre bastidor de aluminio y con un acabado final de lacado en resina. El bastidor otorga a la pieza una presencia de “caja” que contiene al paisaje, mientras que la resina congela, fosiliza, el lugar y el momento.
La exposición que se inauguró el 9 de junio presentará además, por primera vez, una selección de piezas resultantes de las fotografías realizadas en la Estación Biológica de Doñana. Nuevas investigaciones de fotografía pintada al acrílico, en este caso sobre papel de algodón, papel acuarela y lienzo.
De la serie anterior Pequeños Paraísos –con piezas de la misma técnica– el cuadro “Menorca. Luis paseando” fue ganador del XXIV Premio de Pintura BMW en 2009.
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