El Museo del Romanticismo inaugura la primavera con una
nueva edición de la Obra Invitada, iniciativa que comenzó su andadura en 2012
con la intención de contextualizar las obras de su colección y mostrar al
público piezas procedentes de otros museos o de colecciones habitualmente no
expuestas al público.
Así, entre octubre y diciembre del pasado año se pudo
contemplar el retrato de Eugenia de Montijo de Franz Xaver Winterhalter, cedido
por la Fundación Casa de Alba. En este caso se trata del retrato del poeta
sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por su hermano, el pintor Valeriano
Domínguez Bécquer, en 1862, considerada una de las obras cumbre del retrato
romántico español.
En él se capta la fisonomía del autor de 'Rimas y Leyendas',
adentrándose también en el subconsciente y mostrando la personalidad y
sensibilidad del poeta, que moriría de forma temprana a los 34 años, habiendo
alcanzado una gran fama.
La obra ha sido prestada por el Museo de Bellas Artes de
Sevilla para la ocasión y podrá contemplarse inserta en la exposición
permanente del Museo del Romanticismo, en la Sala XVII (Gabinete de Larra), en
diálogo con otras obras expuestas como el retrato de Bécquer en su lecho de
muerte, pintado por su amigo Vicente Palmaroli.
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